Suelen decir que Vitoria-Gasteiz es, sorprendente "por naturaleza". La capital vasca dispone de casi medio centenar de kilómetros para pasear, andar en bicicleta, observar aves y ciervos, o dar paseos a caballo. Su "anillo verde", el cinturón conformado por parques y espacios naturales que rodea la ciudad, fue seleccionado por la ONU entre las 100 mejores actuaciones mundiales. Además, la ciudad ha recibido el galardón European Green Capital en 2012 y es la primera ciudad española que consigue la certificación GEP (Green Enterprise Parks).
Otra de las características más marcadas de la capital vasca es su exquisita gastronomía y su variada oferta enogastronómica, que tuvo su reconocimiento como Capital Española de la Gastronomía 2014.
Estos atributos hacen de Vitoria-Gasteiz un lugar perfecto para la organización de todo tipo de eventos congresuales, que pueden ubicarse en espacios singulares y dotados con los mejores medios técnicos y ser, además, perfeccionados con programas de incentivos "a la carta" que engloban experiencias únicas.
Es imprescindible subrayar que el servicio de Congresos y Turismo de la ciudad está formado por un equipo técnico altamente cualificado que aporta un trato personalizado y que la ciudad dispone, igualmente, de un sector empresarial muy competitivo en servicios congresuales y en la organización de programas sociales de todo tipo.
• Catedral de Santa María
La catedral de Santa María, conocida popularmente como Catedral Vieja, es un templo católico de estilo gótico. El templo está en la lista de monumentos Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO bajo la denominación Caminos de Santiago: Camino francés y caminos del Norte de España.
Se encuentra situada en la esquina norte de la cima plana de la colina sobre la que se asentó la primitiva ciudad, que fue fundada en 1181 sobre la antigua aldea de "Gasteiz", con el nombre de "Nova Victoria", por el rey Sancho VI de Navarra (Sancho el Sabio), y que dio origen posteriormente a la ciudad actual. Con la creación de la diócesis de Vitoria en el año 1862, la colegiata de Santa María fue elevada a la categoría de catedral, de manera provisional, en espera de que fuese construido un templo mayor, más propicio para desempeñar la función de sede episcopal. Es, por ello, conocida como la Catedral Vieja, para distinguirla de la posterior Catedral Nueva, dedicada a la Inmaculada Concepción de María, que fue construida en el siglo XX en estilo neogótico.
• Humedales de Salburua
En este Anillo Verde, al este de la ciudad, se extienden los humedales de Salburua, compuesto por 4 lagunas y con un valor ecológico importantísimo. Acércate primero al Centro de Interpretación de Ataria, con una curiosa plataforma acristalada para observar a las aves, y desde allí hacer diferentes rutas a pie o unirte a alguna de las visitas guiadas.
• Plaza de la Burullería
Uno de los murales más destacados es el de “Al hilo del tiempo” que, además, se encuentra en un rincón muy pintoresco de Vitoria: la Plaza de la Burullería. Al parecer, el nombre del mural es un homenaje a un antiguo mercado de telas que tenía lugar en esta plaza durante la Edad Media. Y una vez allí, no es difícil imaginarlo y viajar atrás en el tiempo. Por cierto, no te pierdas la Torre de los Hurtado de Anda, uno de los edificios más antiguos de la ciudad, que formaba parte de su sistema defensivo.
Entre las cosas que no te puedes perder en Vitoria, su gastronomía. Una ruta de pintxos por las tabernas y bares más recomendadas del centro histórico.
Esta tradición, conocida en el País Vasco como el pintxo-pote, consiste en ir probando uno o dos de los mejores pintxos de las barras de los locales más conocidos acompañados de una cerveza o una copa de vino, que suele ser un Rioja Alavesa.